Pozezo.
Después de escribir el último mensaje, me puse enfrente de un pincho de tortilla y un refresco, a la sombrita en una terraza con la intención de quedarme en el pueblo a dormir. En esas que llegaron un par de alemanes con los que he compartido risas y cenas durante más de 4 días y me convencieron para seguir. El caso es que acabé la etapa muerta de risa y de cansancio. En estos tres últimos días he avanzado mucho más de lo que me pensaba, así que, una vez llegada a Burgos, me he vuelto a casa.
La experiencia ha sido muy gratificante, he traído historias para llenar unos cuantos días de blog y cansancio para dar y vender. Pilas cargadas a tope y esta semanita de relax.
Nos vemos.
Chitos.
28/4/08
26/4/08
Albergue auténtico
Ayer me fue imposible acceder a Internet. En una parada del camino, unos señores me aconsejaron no quedarme en el albergue de Santo Domingo de la Calzada y continuar hasta Grañón. Total... sólo son 4 km más. Y eso hice.
Pero menudos 4 km.... camino de tierra... blanco... polvazo... las 2 de la tarde... todo subida... sin una mísera sombra... arf arf arf....
Una vez llegada al pueblecito de marras (mu mono, eso sí).
- El albergue está debajo del campanar de la iglesia, me dice un aldeano. (Chungo, pienso yo...)
Y hala... allá que me voy... unas escaleras de tres palmos de altura... estrechas... que casi me rozan los bastones en las paredes... oscura oscura como la boca del lobo... y a la que veo la habitación para compartir... ¡No hay camas!. Colchonetas al suelo, tipo tatami... y ¡Hala! apáñatelas como puedas. Y de internet o comodidades extras... ni pensar, vamos... En ese momento empecé a maldecir al señor que me había aconsejado ir hasta aquel pueblo de malamuerte pudiéndome quedar en Santo Domingo. Me puse de bastante mala leche, pero como estaba tan derrengada, lo dejé para otro día. Me duché, me puse ropa limpia y me fui al bar de enfrente a comer algo.
El bar en cuestión era un tipo salón de pueblo. Se llama "Sindicato", el nombre lo dice todo. Pretendía comerme un buen filete con patatas o algo de pasta o algo de arroz, cuando la buena mujer me dice que sólo le queda ensalada y lomo con pimientos.... ya empezaba a caérseme el mundo encima.... bueno, me dije, mejor eso que la lata de ensalada que llevo en la mochila.
Así que comí lo que me pusieron, volví al Albergue (por llamarlo de algún modo) y me metí en mi saco dispuesta a no moverme hasta el día siguiente.
En esas que, a las dos o tres horas, empezó a llegar gente conocida. Todos sorprendidos por cómo era el albergue.
Cuando me cansé de estar estirada, me fui a la sala común o comedor a ver cómo les había ido el día a la gente conocida. Los hospitaleros habían hecho un cazuelón de lentejas para compartir con quien quisiera y me enteré que era costumbre en ese lugar hacer la cena y el desayuno en común.
Así que, como a mí me cuesta poco arremangarme, me puse a ayudar con las ensaladas y la macedonia de frutas. Estaban muchos de los amigos peregrinos que ya tengo en el camino. Generalmente cenamos juntos porque coincidimos en los albergues. Cuando tenga más tiempo haré una entrada con todos estos personajillos que me voy encontrando. Hay alguno muy curioso.
Así que acabamos por cenar 30 personas, compartiendo las lentejas y las ensaladas, el pan y el vino, la sal y el agua. Estuvo muy bien. Hablamos de muchas cosas y practiqué varios idiomas (para variar).
Así que, al fin y al cabo, ha sido la mejor noche de toda la ruta, el señor me aconsejó muy bien y estoy encantada con este albergue tan auténtico. Y es la noche que mejor y más he dormido. Por mucho tatami que fuera, creo que ha sido la cama más cómoda que me he encontrado a lo largo de todos los albergues.
Hoy no me he levantado más tarde de lo normal. He ayudado a hacer los desayunos y, cuando he acabado el mio, he cargado los trastos y he salido. Eran las 8. Demasiado tarde. Hoy el sol ha caído a plomo y no corría ni una brizna de viento. Uno de mis compañeros alemanes se quejaba del calor y yo le he dicho algo así como : "Bienvenido a Castilla". Esto es lo que te vas a encontrar de aquí a León. Mucho camino llano y poca sombra.
Hoy he caminado poco. Quiero acortar las etapas para poder ver Atapuerca con calma. Así que estos días, la crónica será temprana.
Si tengo ganas y tiempo después pondré la que quería haber colgado ayer.
Chitos kon b patokiski
Pero menudos 4 km.... camino de tierra... blanco... polvazo... las 2 de la tarde... todo subida... sin una mísera sombra... arf arf arf....
Una vez llegada al pueblecito de marras (mu mono, eso sí).
- El albergue está debajo del campanar de la iglesia, me dice un aldeano. (Chungo, pienso yo...)
Y hala... allá que me voy... unas escaleras de tres palmos de altura... estrechas... que casi me rozan los bastones en las paredes... oscura oscura como la boca del lobo... y a la que veo la habitación para compartir... ¡No hay camas!. Colchonetas al suelo, tipo tatami... y ¡Hala! apáñatelas como puedas. Y de internet o comodidades extras... ni pensar, vamos... En ese momento empecé a maldecir al señor que me había aconsejado ir hasta aquel pueblo de malamuerte pudiéndome quedar en Santo Domingo. Me puse de bastante mala leche, pero como estaba tan derrengada, lo dejé para otro día. Me duché, me puse ropa limpia y me fui al bar de enfrente a comer algo.
El bar en cuestión era un tipo salón de pueblo. Se llama "Sindicato", el nombre lo dice todo. Pretendía comerme un buen filete con patatas o algo de pasta o algo de arroz, cuando la buena mujer me dice que sólo le queda ensalada y lomo con pimientos.... ya empezaba a caérseme el mundo encima.... bueno, me dije, mejor eso que la lata de ensalada que llevo en la mochila.
Así que comí lo que me pusieron, volví al Albergue (por llamarlo de algún modo) y me metí en mi saco dispuesta a no moverme hasta el día siguiente.
En esas que, a las dos o tres horas, empezó a llegar gente conocida. Todos sorprendidos por cómo era el albergue.
Cuando me cansé de estar estirada, me fui a la sala común o comedor a ver cómo les había ido el día a la gente conocida. Los hospitaleros habían hecho un cazuelón de lentejas para compartir con quien quisiera y me enteré que era costumbre en ese lugar hacer la cena y el desayuno en común.
Así que, como a mí me cuesta poco arremangarme, me puse a ayudar con las ensaladas y la macedonia de frutas. Estaban muchos de los amigos peregrinos que ya tengo en el camino. Generalmente cenamos juntos porque coincidimos en los albergues. Cuando tenga más tiempo haré una entrada con todos estos personajillos que me voy encontrando. Hay alguno muy curioso.
Así que acabamos por cenar 30 personas, compartiendo las lentejas y las ensaladas, el pan y el vino, la sal y el agua. Estuvo muy bien. Hablamos de muchas cosas y practiqué varios idiomas (para variar).
Así que, al fin y al cabo, ha sido la mejor noche de toda la ruta, el señor me aconsejó muy bien y estoy encantada con este albergue tan auténtico. Y es la noche que mejor y más he dormido. Por mucho tatami que fuera, creo que ha sido la cama más cómoda que me he encontrado a lo largo de todos los albergues.
Hoy no me he levantado más tarde de lo normal. He ayudado a hacer los desayunos y, cuando he acabado el mio, he cargado los trastos y he salido. Eran las 8. Demasiado tarde. Hoy el sol ha caído a plomo y no corría ni una brizna de viento. Uno de mis compañeros alemanes se quejaba del calor y yo le he dicho algo así como : "Bienvenido a Castilla". Esto es lo que te vas a encontrar de aquí a León. Mucho camino llano y poca sombra.
Hoy he caminado poco. Quiero acortar las etapas para poder ver Atapuerca con calma. Así que estos días, la crónica será temprana.
Si tengo ganas y tiempo después pondré la que quería haber colgado ayer.
Chitos kon b patokiski
24/4/08
Bienvenidos a la meseta
Uff... qué calor, qué etapa más larga, qué cansancio. No siento las piernas (y no es un dicho). Antes de ir a sestear, mando la crónica, porque me conozco y ya no me levanto hasta mañana.
Hoy el día ha sido entretenido. 30 km de marcha bastante dura con un sol de los de la meseta, vamos... que esto no es Castilla, pero casi. Menos mal que la brisita era muy agradable. La compañía también. Me he encontrado al salir con un chiquito americano muy majo. Después se nos ha arrimado otro chico aleman también muy divertido.
Ninguno de los dos sabía lo que era una tortilla de patatas y cuando he pedido el pintxo de rigor en la primera parada, se han quedado extrañados, lo han probado y a la pobre señora casi la dejan sin. Ahora... que al americano... casi le doy dos guantás. Quería ponerle ketchup.... ¡Qué cruz!
Pero bueno... la compañía ha sido muy agradable y mi inglés ha mejorado por momentos. Me he reído mucho hasta que en una parada los he perdido de vista. Supongo que no habrán podido llegar hasta aquí, o llegarán más tarde.
Hoy duermo en Nájera. 30 km de Logroño... ay... mis piernas...
Besos patokiski.
Hoy el día ha sido entretenido. 30 km de marcha bastante dura con un sol de los de la meseta, vamos... que esto no es Castilla, pero casi. Menos mal que la brisita era muy agradable. La compañía también. Me he encontrado al salir con un chiquito americano muy majo. Después se nos ha arrimado otro chico aleman también muy divertido.
Ninguno de los dos sabía lo que era una tortilla de patatas y cuando he pedido el pintxo de rigor en la primera parada, se han quedado extrañados, lo han probado y a la pobre señora casi la dejan sin. Ahora... que al americano... casi le doy dos guantás. Quería ponerle ketchup.... ¡Qué cruz!
Pero bueno... la compañía ha sido muy agradable y mi inglés ha mejorado por momentos. Me he reído mucho hasta que en una parada los he perdido de vista. Supongo que no habrán podido llegar hasta aquí, o llegarán más tarde.
Hoy duermo en Nájera. 30 km de Logroño... ay... mis piernas...
Besos patokiski.
23/4/08
Otro día tonto
Pues eso, muy aburrido, todo pista y sólo dos pueblos en la ruta.
Aprovechando que no hay nada nuevo, os explico que me encontré con unas chicas de Gerona y estuvimos filosofando sobre las maneras de hacer el camino.
Está la gente que camina al estilo nórdico. A sacopaco, se levantan por la mañana muy temprano y hacen tantos quilómetros como les deja el cuerpo. Casi ni miran, van a piñón fijo y hacen pocas fotos.
Después están los que caminan a estilo mediterráneo. Como las chicas dijeron, "somos paseantes del camino". Van con calma y tranquilidad, sacan fotos a todo lo fotografiable y cuando se cansan paran. Esta es, por lo que he visto, la manera de andar de los jubilad@s y retirad@s (que hay un@s cuant@s).
Y, después, quien camina, como aquí la menda, que va medianamente a piñón fijo, pero que si ve algo interesante, pues se para y hace foto. Tambíen tengo que confesar que busco cualquier excusa para pararme durante los 4 o 6 primeros quilómetros. Todo me molesta y me entretiene. Después supongo que los músculos pillan el ritmo y hala... ancha es castilla... to recto hasta el final.
Pues eso... Ya estoy en Logroño, la etapa se me ha hecho eterna (y eso que era más corta que la de ayer). Hoy me voy a dar la tarde de fiesta.
Nusvemus.
Chitos con b.
Aprovechando que no hay nada nuevo, os explico que me encontré con unas chicas de Gerona y estuvimos filosofando sobre las maneras de hacer el camino.
Está la gente que camina al estilo nórdico. A sacopaco, se levantan por la mañana muy temprano y hacen tantos quilómetros como les deja el cuerpo. Casi ni miran, van a piñón fijo y hacen pocas fotos.
Después están los que caminan a estilo mediterráneo. Como las chicas dijeron, "somos paseantes del camino". Van con calma y tranquilidad, sacan fotos a todo lo fotografiable y cuando se cansan paran. Esta es, por lo que he visto, la manera de andar de los jubilad@s y retirad@s (que hay un@s cuant@s).
Y, después, quien camina, como aquí la menda, que va medianamente a piñón fijo, pero que si ve algo interesante, pues se para y hace foto. Tambíen tengo que confesar que busco cualquier excusa para pararme durante los 4 o 6 primeros quilómetros. Todo me molesta y me entretiene. Después supongo que los músculos pillan el ritmo y hala... ancha es castilla... to recto hasta el final.
Pues eso... Ya estoy en Logroño, la etapa se me ha hecho eterna (y eso que era más corta que la de ayer). Hoy me voy a dar la tarde de fiesta.
Nusvemus.
Chitos con b.
22/4/08
Palizón aburrido
Pozezo, hoy me he dado paliza, más de 8 horas caminando. El día chachipiruli, pero la ruta bastante aburrida. Todo pista largalarga y que no se acababa nunca. Parecía que los pueblos estaban en el quinto pino (o el décimo).
Menos mal que el tiempo ha acompañado en condiciones. Solete con nubes y brisita fresca. No ha habido necesidad de paravientos.
Esta es una de esas etapas que curten el espíritu. La gente que pasaba o a la que alcanzaba no estaba para gaitas de hablar y he estado con dos chicas de Zaragoza (de eso me he enterado después) más de 7 km andando codo con codo y pie con pie y sin hablar. Pero el silencio es agradecido.
Lo que sí me ha sorprendido ha sido la "ayuda en camino". Un parroquiano muy amable en Villamayor de Montardín me ha ofrecido café a las 8 y media de la mañana que he agradecido en el alma. Y un Britain me ha ofrecido otro cuando quedaban 5 km para Los Arcos, que he declinado pero sí me he sentado un ratín para cambiar las botas por las zapatillas de treking.
He descubierto que mis botas son una porquería (eso me pasa por comprármelas en rebajas y las más baratas de todas). He notado cada pedrusco del camino en la planta del pie, y menos mal que iba por pista, que si se me llega a complicar la cosa... no quiero ni pensarlo.
Pues aquí la chula de turno (o sea, menda lerenda), como ha llegado a Los Arcos a las 12 y media, ha pensado... Bah... total... el próximo pueblo está a nada y hay albergue. Y, después de un bocata de tortilla de pimientos con cebolla y una coca cola, hala... palante.
Me he maldecido durante los últimos 4 km (de un total de 7). La mochila me pesaba horrores, el calor era asfixiante y el bris ha acabado por quemarme la cara. La última subida ha sido mortal, y encima, en el primer pueblo no había albergue porque hacía 6 meses que lo habían quitado. Después de soltar todas las maledicencias que se me han ocurrido en diez minutos (por lo bajini, que total... tampoco me oye nadie) he llegado por una torrentera peligrosísima a Torres del Rio. Aquí una señora que casi no sabe ni escribir y es de la tierra, regenta un albergue bastante cuco. Tiene todas las comodidades y estas máquinas maravillosas de Internet por un euro. Así que, después de la ducha, el siestorro y poco más, voy a ver si hago una comida-merienda-cena y me meto en la cama que hoy la espalda es la que más se me está resintiendo.
Hala, chitos muchos.
Menos mal que el tiempo ha acompañado en condiciones. Solete con nubes y brisita fresca. No ha habido necesidad de paravientos.
Esta es una de esas etapas que curten el espíritu. La gente que pasaba o a la que alcanzaba no estaba para gaitas de hablar y he estado con dos chicas de Zaragoza (de eso me he enterado después) más de 7 km andando codo con codo y pie con pie y sin hablar. Pero el silencio es agradecido.
Lo que sí me ha sorprendido ha sido la "ayuda en camino". Un parroquiano muy amable en Villamayor de Montardín me ha ofrecido café a las 8 y media de la mañana que he agradecido en el alma. Y un Britain me ha ofrecido otro cuando quedaban 5 km para Los Arcos, que he declinado pero sí me he sentado un ratín para cambiar las botas por las zapatillas de treking.
He descubierto que mis botas son una porquería (eso me pasa por comprármelas en rebajas y las más baratas de todas). He notado cada pedrusco del camino en la planta del pie, y menos mal que iba por pista, que si se me llega a complicar la cosa... no quiero ni pensarlo.
Pues aquí la chula de turno (o sea, menda lerenda), como ha llegado a Los Arcos a las 12 y media, ha pensado... Bah... total... el próximo pueblo está a nada y hay albergue. Y, después de un bocata de tortilla de pimientos con cebolla y una coca cola, hala... palante.
Me he maldecido durante los últimos 4 km (de un total de 7). La mochila me pesaba horrores, el calor era asfixiante y el bris ha acabado por quemarme la cara. La última subida ha sido mortal, y encima, en el primer pueblo no había albergue porque hacía 6 meses que lo habían quitado. Después de soltar todas las maledicencias que se me han ocurrido en diez minutos (por lo bajini, que total... tampoco me oye nadie) he llegado por una torrentera peligrosísima a Torres del Rio. Aquí una señora que casi no sabe ni escribir y es de la tierra, regenta un albergue bastante cuco. Tiene todas las comodidades y estas máquinas maravillosas de Internet por un euro. Así que, después de la ducha, el siestorro y poco más, voy a ver si hago una comida-merienda-cena y me meto en la cama que hoy la espalda es la que más se me está resintiendo.
Hala, chitos muchos.
21/4/08
Viene un bris...
Que jode el cutis, decían en el pueblo de mi madre. Pues aquí, igual. Un vientazo fresco (vaya con los de Burgos que al frío le llaman fresco) de narices (heladas por cierto). Ayer llovió, pero barro he encontrado poquito. Toda la etapa está preparada y han cortado los caminos normales, así que te desvían por una pista con grava calcárea y se camina bastante bien. He tenido que usar el chubasquero de paravientos porque era con lo que sí tenía problema.
Todavía no controlo los horarios del sol. Creo que podré dormir media hora más mañana. El camino hasta Lorca, bien, es casi todo pista y calzada romana. El último tramo hasta el pueblo es quizá el más empinado de la etapa. Se pueden desayunar en el albergue unos buenos pintxos de tortilla.
La intención era quedarme a pasar la noche en Estella. Pero me han dicho que el albergue de Ayegui estba casi vacío y la gente es muy amable. Un inconveniente, el hospitalero es alemán y no entiende ni papa de castellano, así que hay que hablarle en inglés. No, si yo de esta salgo políglota.
Porque he estado casi toda la etapa con dos señoras francesas muy majas y, claro, también practicando la lengua de Zolà.
Hala, mañana más y mejor. Chitos, no se me cansen, que ya me canso yo por tod@s.
Todavía no controlo los horarios del sol. Creo que podré dormir media hora más mañana. El camino hasta Lorca, bien, es casi todo pista y calzada romana. El último tramo hasta el pueblo es quizá el más empinado de la etapa. Se pueden desayunar en el albergue unos buenos pintxos de tortilla.
La intención era quedarme a pasar la noche en Estella. Pero me han dicho que el albergue de Ayegui estba casi vacío y la gente es muy amable. Un inconveniente, el hospitalero es alemán y no entiende ni papa de castellano, así que hay que hablarle en inglés. No, si yo de esta salgo políglota.
Porque he estado casi toda la etapa con dos señoras francesas muy majas y, claro, también practicando la lengua de Zolà.
Hala, mañana más y mejor. Chitos, no se me cansen, que ya me canso yo por tod@s.
20/4/08
Puente la Reina / Gares
Llegar a Gares (Puente la Reina de Navarra) es dejar el bullicio atrás. Sus casas de color arena y sus calles empedradas detienen el tiempo sin querer. puede que ayude algo que he llegado a la hora de comer y no hay ni un alma por la calle.
Ya no recordaba cómo era parar. Sentarme en cualquier pedrusco, escuchar primero el silencio y después, poco a poco los sonidos que vienen solos. El discurrir del agua, los gorriones, las hojas mecidas por el viento... todo ello amenizado con los cacareos y demás de una panda de gallinas, gallos, cu-cús, pavos reales y otras bestias que están en unas pajareras al lado del albergue.
El pavo real me ha dado la bienvenida. Muy presumido él. Ya os enseñaré afotos.
he llegado casi con lluvia. que yo recuerde, siempre que vengo por aquí acaba por llover.
Por la tarde ha salido el sol y hasta hace calorcito. la comida estupenda y el ambiente distendido. tokiski es guiri. Hala, a espiquinear unos días. mejor, así desconectaré más.
Las gentes de los lugares por donde pasa el camino son de otra pasta. Cuando ven a alguien con la mochila o con las botas gordas y, por supuesto, cara de más perdido que una mona en un garaje, siempre están con la sonrisa puesta y la indicación pronta. Una gozada, vamos.
Yo pensaba que este pueblo era mucho más grande de lo que es en realidad. Tuve un amigo en el instituto que venía aquí a veranear y siempre lo recordaba con cariño (un beso, Dani, aunque no me leas), supongo que como todos los peques que hemos crecido en un pueblo.
Bueno... ¿por dónde iba? Ah, sí, quería comentar que, aunque es un pueblo pequeño, he contado, así por lo bajo, 3 iglesias y un convento. La iglesia mayor, dedicada a San Pedro es una iglesia oscura, con mucha luz artificial y mucho ornamento. La pequeña ermita que tengo al lado del albergue pertenece a los padres reparadores (o dehonianos, como se denominan en el extranjero). La luz que entra a través de las ventanas queda difuminada por mamparas de pergamino que evitan que penetre el frío. es una iglesia muy austera, sólo cuenta con un santo cristo crucificado en un árbol y una pequeña virgen con un niño. Una única vela tilila al lado del contenedor del santo cuerpo. Hay menos luz que en la iglesia mayor, pero se respira más calidez.
En otra cosa en la que me fijo (sí, ya sé que soy rarita) es en las casas. La belleza de las ciudades se mide por la belleza de sus casas (vamos, pienso yo) y este lugar es muy hermoso. Pueden verse escudos heráldicos labrados en piedra encima de las puertas de muchas viviendas. Los portalones dan paso a entradas amplias y austeras y los balcones pueden presumir de una forja muy lograda, incluso sorprendente. Todos los tejados son rojos y las paredes de obra vista o de piedra granulosa. Un conjunto realmente digno de ver.
Bueno. Hoy he tenido más tiempo que el normal. Seguramente lo que venga a partir de aquí sean telegramas. Nusvemus.
Chitos.
Ya no recordaba cómo era parar. Sentarme en cualquier pedrusco, escuchar primero el silencio y después, poco a poco los sonidos que vienen solos. El discurrir del agua, los gorriones, las hojas mecidas por el viento... todo ello amenizado con los cacareos y demás de una panda de gallinas, gallos, cu-cús, pavos reales y otras bestias que están en unas pajareras al lado del albergue.
El pavo real me ha dado la bienvenida. Muy presumido él. Ya os enseñaré afotos.
he llegado casi con lluvia. que yo recuerde, siempre que vengo por aquí acaba por llover.
Por la tarde ha salido el sol y hasta hace calorcito. la comida estupenda y el ambiente distendido. tokiski es guiri. Hala, a espiquinear unos días. mejor, así desconectaré más.
Las gentes de los lugares por donde pasa el camino son de otra pasta. Cuando ven a alguien con la mochila o con las botas gordas y, por supuesto, cara de más perdido que una mona en un garaje, siempre están con la sonrisa puesta y la indicación pronta. Una gozada, vamos.
Yo pensaba que este pueblo era mucho más grande de lo que es en realidad. Tuve un amigo en el instituto que venía aquí a veranear y siempre lo recordaba con cariño (un beso, Dani, aunque no me leas), supongo que como todos los peques que hemos crecido en un pueblo.
Bueno... ¿por dónde iba? Ah, sí, quería comentar que, aunque es un pueblo pequeño, he contado, así por lo bajo, 3 iglesias y un convento. La iglesia mayor, dedicada a San Pedro es una iglesia oscura, con mucha luz artificial y mucho ornamento. La pequeña ermita que tengo al lado del albergue pertenece a los padres reparadores (o dehonianos, como se denominan en el extranjero). La luz que entra a través de las ventanas queda difuminada por mamparas de pergamino que evitan que penetre el frío. es una iglesia muy austera, sólo cuenta con un santo cristo crucificado en un árbol y una pequeña virgen con un niño. Una única vela tilila al lado del contenedor del santo cuerpo. Hay menos luz que en la iglesia mayor, pero se respira más calidez.
En otra cosa en la que me fijo (sí, ya sé que soy rarita) es en las casas. La belleza de las ciudades se mide por la belleza de sus casas (vamos, pienso yo) y este lugar es muy hermoso. Pueden verse escudos heráldicos labrados en piedra encima de las puertas de muchas viviendas. Los portalones dan paso a entradas amplias y austeras y los balcones pueden presumir de una forja muy lograda, incluso sorprendente. Todos los tejados son rojos y las paredes de obra vista o de piedra granulosa. Un conjunto realmente digno de ver.
Bueno. Hoy he tenido más tiempo que el normal. Seguramente lo que venga a partir de aquí sean telegramas. Nusvemus.
Chitos.
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